Izquierdistas viviendo en la González Suárez y en Samborondón. Izquierdistas llenando los lujosos restaurantes y usando aviones privados. Izquierdistas en primera fila en los conciertos internacionales, en todas las fiestas de las embajadas, en recepciones de altos industriales y banqueros. Izquierdistas usando ropa de marca exhibiendo la última moda.
Izquierdistas hablando en contra de emprendedores, comerciantes, industriales, banqueros, periodistas distinguidos, prensa internacional y, sin embargo, viviendo como la realeza y comprando a nombre de terceros todo lo que pueden.
Esa es la realidad desafortunada de hoy en día. El discurso de un precandidato de estos días y según lo leí en diario EL COMERCIO, advierte del peligro que existe a que regrese la derecha al poder y, sin embargo, ama y vive en uno de los mejores edificios de Quito como los exitosos y emprendedores llamados de derecha.
Vivo a 100 metros del señor presidente de la República, Rafael Correa, yo en barrio de pelucones y él, aunque tan cerca, en barrio de clase media, media alta.
Lo veo pasar todas las mañanas a las 06:00 con tranquilidad, con sencillez, con respeto a sus vecinos. Su casa es de construcción normal y su vida se mueve en función de lo que predica.
Por lo menos así lo veo como vecino. Se moviliza en uno de cuatro vehículos no ostentosos y puedo afirmar con total conocimiento de causa que el número de guardaespaldas es muy inferior a la de cualquier burócrata de mediano rango. Eso es lo que todo el pueblo quiere, es lo que todos reclamamos, es decir, que las personas seamos auténticas.