Nunca es tarde para rememorar ciertos hechos pasados, como cuando el presidente Rafael Correa, por diciembre del 2008, luego de escuchar el informe de la Comisión que se encargó de auditar la deuda externa, dijo clarito y sin contemplaciones, que los responsables pagarán con sus bienes. Entonces cabe preguntar una vez que ya han pasado 3 años: ¿Estarán pagando con sus bienes los responsables de la sucretización, ya que con ella el Estado ecuatoriano asumió una deuda privada, cambiando las obligaciones en dólares por obligaciones en sucres, según la paridad y el tipo de interés fijados a la firma del respectivo contrato? Porque se entiende, salvo error u omisión, que toda la población de Ecuador pagó por unos actores privados que se habían endeudado sin contemplaciones. Cerebros que saben de economía han manifestado que la sucretización fue un subsidio al sector privado por un monto equivalente a USD 1300 millones y que la mayor parte de los préstamos que se habían contratado a un tipo de cambio medio de 25 sucres por dólar, fue retomada por el Estado a una tasa media de 63, 55 sucres.
Como en definitiva la tal sucretización no sirvió a los intereses de la nación sino a los grandes bancos internacionales y locales, así como a los de élite económica y política, la preguntita de arriba vuelve a tronar como un tsunami curiosito.