El debate sobre la atracción sexual hacia personas del mismo sexo debe ser científico y serio, producto de muchas investigaciones, y no solo manifestado por una institución, organización, o grupo aislado.
Mencionar que a una persona, o a un grupo de personas que desean retornar a su heterosexualidad, las han tratado mal en determinados centros asistenciales, no significa que los tratamientos dirigidos a las personas que desean volver a ser heterosexuales, se basen en el maltrato hacia ese grupo de personas.
Las terapias actuales son lo más alejadas a cualquier vejación o maltrato. Son basadas, como lo manifesté, no por lo que diga una organización, sino por experiencias eficaces de tratamiento, y llevadas con gran respeto y profesionalidad.
Quienes piensen lo contrario, deben revisar literatura médica, y experiencias con pacientes, pero actualizadas.