Yo soy ateo

Porque no tengo religión y no creo en un dios. Esa es mi posición filosófica y se la define en la palabra “ateísmo”.

La comparto con millones de personas alrededor del mundo, cada una distinta de mí en términos políticos y culturales. Las razones son varias por las que los ateos hemos llegado a adoptar esta posición filosófica.

Una es el enfoque racionalista y empirista con respecto a la realidad que percibimos, que nos exige evidencia para sostener nuestros argumentos, juicios y acciones.

Ser ateo es simplemente carecer de dios y religión y no define nuestra condición moral. Esta última es consecuencia de las características innatas de la condición humana y lo que aprendemos a través de la herencia cultural.

Ser ateo es una posición legítima, honesta y valiente frente a la realidad. Parafraseando a Bertrand Russell, ser ateo es dejar de buscar apoyo imaginario, dejar de inventar aliados en el cielo, pero confiar en nuestro propio esfuerzo para hacer de este mundo un lugar digno para vivir.

Ser ateo en ciertas sociedades es ser la minoría y decirlo en público una posición valiente y honesta que debe ser respetada.

Suplementos digitales