Otro atentado contra la salud de las personas jubiladas se ha producido con la supresión de la atención médica a domicilio para las personas que no pueden movilizarse hasta los Dispensarios del IESS.
Mi caso particular: tengo una tía de 96 años, hipertensa y casi no puede caminar, es jubilada y por todo esto cada dos meses venía al domicilio un médico del Dispensario 14 de Chimbacalle para examinar y recetarle los medicamentos que necesita. La familia estaba tranquila y agradecida por este servicio, pues es difícil y oneroso conseguir que un médico vaya al domicilio para controles periódicos. Sin embargo, desde septiembre se suspendió esta ayuda por “orden superior” perjudicando de este modo a más de 10 jubilados que viven en el sector de la Villa Flora. Por todo esto solicitamos se revea esta resolución y se vuelva a brindar este servicio.