En una mala dada decisión el Concejo Municipal o lo que es lo mismo A.P. han trastocado de un plumazo los sagrados símbolos de la ciudad como la Bandera y su Himno, bajo la histérica pretensión de acabar con los regazos de la “conquista”, de España, etc. Para ello no han dudado en cambiar no solo la lábaro de la ciudad, sino de atentar contra los derechos de autor de quienes escribieron el Himno de la ciudad cambiando la segunda estrofa por la cuarta, algo así como cambiar el orden de las Catilinarias de Montalvo, o los Capítulos del Quijote de cualquier otra obra maestra. Creen ustedes que a alguien, por autoridad que sea se le ocurriría cambiar La Marsellesa, o la Bandera de Francia, solo por poner un ejemplo, a nadie. Anteriormente quisieron cambiar el Escudo Nacional y no lo lograron. Puede un Concejo con tantos problemas como la seguridad, la movilidad, la estructuración urbana, estar preocupados después de 500 años, de un hecho histórico que sucedió y que gracias a él tenemos una religión como la católica de la que la gran mayoría de los ecuatorianos, incluido el Presidente, somos sus adherentes, un idioma como el español, el más rico en palabras y sonoridad y el mestizaje del cual, por blanco, ojos verdes, rubio, moreno, cholo, etc., que seas, uno debe sentirse orgulloso. Por favor no ofendan a la historia, a la cultura y a la verdad histórica de la “conquista” con todo lo malo y bueno que ella tuvo en su momento histórico, no afectemos derechos de autor, no nos falten al respeto a quienes amamos a esta hermosa, mestiza ciudad española en los Andes, cuyo Centro Histórico es producto de esa “conquista” y por hoy Patrimonio Cultural de la Humanidad.