Asambleístas investigados

En un canal de televisión, el señor Contralor General del Estado declaró que se revisarán todas y cada una de las cuentas corrientes que los asambleístas mantienen en el sistema financiero nacional.

Como auditor con más de 50 años de experiencia, para probar el enriquecimiento ilícito no se requiere únicamente realizar un simple examen de cuentas corrientes (¿y las de ahorro?), cuando es público y notorio que quienes defraudan o perjudican al Estado nunca depositan lo robado en bancos del país, pues el producto de comisiones, sobornos, coimas, mordidas, tráfico de influencias, concesión de contratos, sobre y subfacturaciones aduaneras, testaferrismo, falsificaciones ideológicas, etc., las fortunas ilegalmente adquiridas son utilizadas para adquirir, en efectivo, departamentos, casas hasta con piscinas, terrenos, edificios, viajes de placer en el extranjero, cruceros marítimos, vestuarios y calzados de marca, joyas, depósitos e inversiones en paraísos fiscales en cuentas cifradas, valores monetarios en cajas fuertes, etc.

Para evidenciar esta clase de delitos es menester aplicar programas de auditoría operativa que incluyen diversos y específicos procedimientos de auditoría de acuerdo a las circunstancias. ¡Qué candidez! Creer que con una simple revisión de cuentas bancarias se pueda probar esta clase de delitos. Esto apunta a dejar sin castigo esos delitos. En el país al menos, con la sola excepción de quienes se han sacado la lotería, las personas que en poco tiempo se hacen ricos, de ningún modo son unos santos. Son diablos queriendo aparecer como vendedores de escapularios.

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