Me parece lógico que los asambleístas provinciales sean elegid os en función del número de habitantes por jurisdicción, así, las provincias más pobladas tendrán mayor número de representantes en la Asamblea.
Pero ¿cómo hacer para que exista cierta equidad representativa entre todas las provincias, inclusive pequeñas? Tengo entendido que para eso están los asambleístas nacionales. Lamentablemente, la forma en que son elegidos actualmente acentúa el predominio de las provincias más pobladas y eso no es precisamente equitativo.
Los asambleístas nacionales –para llamarse tales- deberían ser fruto del triunfo obtenido en la mayoría de provincias del país; consideradas, cada una de ellas, de igual valía, sin importar la población que tengan.
En otras palabras, el triunfo en cualquier provincia significaría –como ejemplo- un punto. Quien tenga el mayor puntaje sería el nominado.
Con este sistema los candidatos se verán obligados a desarrollar sus campañas en todo el país, empapándose de problemas y aspiraciones de las provincias. Ahí sí, con justa razón, deberían llamarse asambleístas nacionales.