Asambleístas contradictorios
Cuando los estruendos de octubre pasado todavía retumban en nuestros oídos y recordamos la triste y silenciosa actitud de la Asamblea Nacional que brilló por su ausencia en esos aciagos días en que la ciudad estaba siendo avasallada por la alianza golpista, y cuando el Gobierno en su afán de contener la conspiración en marcha y las protestas de una manera efectiva y soberana a fin de detener las acciones vandálicas y terroristas y de secuestros que llegaron a perpetrar y concretar a vista de toda la comunidad internacional, nos llenamos de asombro por el informe parcializado y sesgado de la CIDH que hace recomendaciones y sucede que el malo de la película ha sido el Gobierno que debió haber repelido a los salvajes delincuentes con “agua tibia”.
Al informe sesgado de este organismo internacional que cojea de la izquierda, y que tanto aquí como en Chile está pronunciándose a favor del vandalismo disfrazado se unen las voces de conocidos variopintos legisladores que presentan pedidos de juicio a una valiente funcionaria que tuvo el coraje y decisión de ordenar la desarticulación de este macabro plan desestabilizador.
Parafraseando a Enrique Santos podremos decir: Que falta de respeto, que atropello a la razón.