Asamblea Constituyente

Al fin han entendido muchos sectores sociales, antes que movimientos políticos, que no solo se trata de impedir la reelección del caudillo, sino de desmontar la estructura orgánica del totalitarismo, prevista en la Constitución vigente, misma que ha generado un caos institucional, que mina los cimientos de la República, la moral, la justicia, los derechos humanos y libertades fundamentales. No obstante, algunos prematuros bobo candidatos, solo pretenden impedir la reelección para aspirar a ser los futuros “dueños del país” antes que mandatarios legítimos, heredando la estructura orgánica vigente. La única forma de desmontar el presidencialismo absoluto es mediante una Asamblea Constituyente que restablezca la República, la moral, la justicia y el derecho, y como esta Asamblea nunca va a ser solicitada por el Ejecutivo ni el Legislativo, será con el 12% de las firmas de los inscritos en el registro electoral, y para ello deben unirse todos los sectores sociales progresistas, definiendo la forma de elección de las/los representantes y las reglas del procesos electoral, como señala el art. 444 de la Constitución, para que la futura Asamblea Constituyente represente la pluralidad ideológica del país. Esta es la clave, no las cándidas consultas que, con preguntas de encuesta, dudosamente vinculantes, pretenden llevar adelante sectores de la partidocracia agazapada y oportunista.

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