En el artículo sobre la Biblia del Oso de José M. Miura A., publicado el 25 de febrero se han escapado varios errores de bulto. 1. Dicha Biblia no es la primera traducida al castellano, sino la de Alfonso el Sabio de 1280; aunque hay fragmentos de anteriores y otra completa de 1 430 (la Biblia de la Casa de Alba). Hubo también muchas traducciones parciales: salmos, evangelios, textos bíblicos de la misa…. 2. No hubo prohibición para la traducción de la Biblia a lenguas vulgares, antes de la traducción de Lutero al alemán ya se habían hecho más de 15, entre ellas la de Nicolás de Lyra (original de 1 340 y publicada en 1 494) muy usada por Lutero. Las prohibiciones de 1080, 1229, 1234 y 1408 se referían a ejemplares concretos. Hasta 1500 había 29 ediciones de la Biblia en lenguas vernáculas. 3. Sobre la corrupción de la Iglesia basta citar a Lutero: “Entre nosotros la vida es mala como entre los papistas…” (Cfr. F. Falk, Die Bibel im Ausgang des Mittelalters, Köln 1905 y H. Rost, Die Bibel im Mittelalter, Ausburg 1939).