El artículo escrito por el Dr. Macías Carmigniani sobre las familias homosexuales ha generado reacciones mayoritarias de quienes censuran las expresiones que el mencionado articulista anota en su columna. Mi pregunta es, entonces, ¿de qué Libertad de expresión hablamos? A mí, como a muchos, el tema me causa repugnancia y debo decirlo porque es mi derecho. Claro que yo no tengo la posibilidad de escribir semanalmente en un periódico a nivel nacional, pero en mi círculo social y familiar así lo digo.
Pregunto, además, ¿por qué los “condolidos” no protestaron cuando estas personas organizaron un besuqueo público entre hombres y entre mujeres a la luz del día en un parque de Quito? Pues, a título de tolerante y pluralista, no se puede obligar a callar las ideas y conceptos que se tenga sobre estos temas. Me solidarizo con los agravios que el Dr. Macías Carmigniani ha recibido por este tema y solicito se le permita seguir escribiendo; soy un asiduo lector de su columna, generalmente en temas legales, la misma que, junto con la de otros distinguidos juristas como los doctores Corral Burbano de Lara, Rodríguez Vicéns, Echeverría, constituyen verdaderas clases de Derecho. Comparto, además, el criterio del Dr. Ricardo Noboa Bejarano en este mismo sitio (30 mayo 2012).
Aspiro, señora Directora de Diario EL COMERCIO, que esta carta pase los “filtros” y que sean institucionales y no los temores al Gobierno.