Esta carta la escribí la primera semana de mayo, esperando que se acerquen las últimas fechas de las Eliminatorias, es decir no contábamos con las últimas actuaciones de Antonio Valencia.
Soy fanático del buen fútbol, me inicié en las calles de Guayaquil, con pelotas de “trapo”, soy hincha del Emelec, del Aucas y de la Selección del Ecuador, fui dirigente fundador de la Liga Deportiva Barrial Carapungo, iniciador de la escuelas de fútbol del sector, futbolista barrial de toda la vida.
Con mucho orgullo he visto como creció futbolísticamente, mi querido Ecuador, como me hubiera gustado que de la misma manera crezca económicamente, pero lamentablemente eso no se dio, a pesar de que tenemos riqueza en recursos humanos, recursos naturales, recursos turísticos, que muchos países no tienen y han crecido.
Se nos respeta a nivel mundial, y creo que sí clasificamos al Mundial, sí y solo si usted, Antonio Valencia se pone el equipo al hombro, con el apoyo moral de todo un país soñador. Estoy soñando, sólo los locos soñadores cumplen sus sueños, entonces ‘Toño’, manos a la obra con el aporte de excelentes peloteros que tenemos, y que ya lo demostramos al inicio de estas Eliminatorias.
En todo caso aplaudiremos el corazón que pongamos en las canchas, en las gradas, en nuestros hogares. ¡Sí se puede, siempre se pudo y siempre se podrá! ¡Ecuador grande siempre grande!