Ánimo de polémica

Con el mejor ánimo de polemizar, quiero referirme al artículo "¿Será de izquierda?" de mi apreciado amigo Vicente Albornoz. Su tajante afirmación de que "la gente que asocia 'izquierda' con 'libertad' está definitivamente desubicada" no tiene sustento histórico. La noción moderna de libertad saltó a la política cuando fue proclamada por quienes se sentaron en el ala izquierda del salón de la convención francesa. De ahí viene la denominación de izquierda.

Es verdad que posteriormente hubo una izquierda -la leninista, llevada al extremo en su versión estalinista- que abandonó esos postulados, pero eso no puede generalizarse al conjunto de la izquierda ni considerarla a esa como "la 'izquierda' de verdad". Los matices que el mismo Vicente introduce en su artículo (cuando establece la diferencia con la socialdemocracia y el anarquismo), demuestran que no hay una sola izquierda "de verdad". Es una tendencia con múltiples expresiones. Aplicando su razonamiento al otro lado del espectro político, alguien podría afirmar que la derecha "de verdad" es la del nazi-fascismo, lo que sería a todas luces una barbaridad.

La relación entre izquierda, libertad y democracia, que ha sido un tema de mucha importancia a lo largo de la historia, especialmente durante el siglo XX, no puede ser reducida a una visión en blanco y negro. Rosa Luxemburgo (dirigente del Partido Comunista alemán) se encargó de recordárselo a Lenin en los años iniciales de la revolución rusa. La historia de Europa occidental de la posguerra nos enseña que la izquierda "de verdad" es democrática y firme defensora de la libertad.

Sin proponérselo, Vicente adopta la misma lógica de la mal llamada revolución ciudadana, que excluye la posibilidad de una izquierda defensora de la libertad y de la democracia.

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