No a la indiferencia ante la crisis humanitaria y democrática de Venezuela, producida por el “narco-estado-dictatorial” de Maduro y militares corruptos y asesinos. Millones de venezolanos y miles de cubanos escapan de estos regímenes, jóvenes profesionales y familias son la “diáspora latina al mundo”. Huyen del Totalitarismo Socialista del Siglo XXI y llegan a ser carga para el Estado, competencia desleal con sueldos por la mitad de su valor, en la calle venden de todo, al no haber trabajo por “similar experimento camarada”, pasan a las filas de la delincuencia y la guerrilla colombiana; lo mismo que los ecuatorianos con su jefe don Guacho. América siempre fue democrática con lapsus de derecha e izquierda y la única dictadura por 6 décadas es rectora de grupos subversivos y políticos afines. Hay que rechazar “ahora o nunca, otra Cuba en Venezuela”. Pasa el tiempo y será difícil recuperar esa nación hermana y hermosa. “Quedarán los fanáticos del PSUV y un pueblo amordazado, mermado, hambriento y pobre sin capacidad de reclamar como en la isla-cárcel”. Gobiernos que sirven a los imperios ruso y chino que, en la geopolítica del dominio mundial, quieren fincarse en América para exprimir sus recursos con sus camaradas criollos. En peligro la paz y la democracia de la región, EE.UU. no se va a quedar de brazos cruzados con esta amenaza en el patio de atrás y Putin advierte que defenderá a la dictadura con “careta de democracia”. Los estados democráticos deberían pedir amablemente que salgan los embajadores de esas dictaduras y llamar a los suyos. Mensaje claro de que, América es territorio libre, democrático y de Estado de derecho. ¿Será posible?