Con el loable propósito de velar por nuestra salud mental, el presente Gobierno y sus adeptos apoyan la calificación de contenidos de la información para que tengan restricción en excesos sexuales y violentos, y más allá como Alembert Vera, abogado de Correa, que cree que los diarios deben amaestrar a sus columnistas tal como los ciudadanos lo hacemos con nuestras mascotas.
Mientras la violencia acapara nuestra atención porque su crecimiento es desmesurado, las autoridades del ramo siguen inmersas en el 30-S con más bombos y platillos que nunca, pues su meta es condenar a los culpables. Para el efecto siguen elaborando cadenas nacionales con las que nos mantienen encadenados a tomas violentas de ese infausto día, escenas que nos lastiman interiormente, donde varios compatriotas perdieron la vida porque fueron víctimas de la imprudencia e irresponsabilidad del actual Mandatario que por su alta investidura nunca debió estar en ese lugar.
De qué quieren convencernos si ya sabemos que tanto las unas como las “otras” víctimas tienen un solo culpable.
Para armar estas cadenas, que en nada contribuyen a nuestra salud mental, ¿quién califica su contenido? ¿Hasta cuándo nos manipularán con la repetición, que ya raya en lo morboso, de este deprimente episodio? Si ha llegado a instancias legales entonces trátenlo allí, dejen de torturarnos y dedíquense a ponerle fin a la ola de delincuencia y asesinatos que quitan la tranquilidad que merecemos.