Donde quiera que vaya o esté el presidente Correa y comenta sobre asuntos internacionales desata polémica porque parecería que él no piensa que tiene una investidura y representa a un país para demostrar “sus afectos” hacia países que están catalogados en el mundo entero como terroristas y sus desafectos hacia países poniendo como excusa la tan “cansona soberanía”, que si lo analizamos bien, cada vez somos menos soberanos. Jamás se puede comparar un acontecimiento tan trágico como el que ocurrió en Argentina, hace algunos años, con lo que pasó en Libia donde por causa de un tirano murieron miles de personas y si estuvo mal el ataque de la Otan, solo la historia lo podrá juzgar, mas no un Presidente de un país “insignificante” como lo dijo Assange. Correa le debe a los argentinos una disculpa, sin pensar si son judíos o no, porque solo así puede demostrarles que los ecuatorianos sabemos reconocer nuestros errores y nos duele infinitamente lo que pasó en Argentina, país hermano.