La solicitud de los empresarios y representantes de las aerolíneas tienen su razón. El Sr. Alcalde debe acatarla. Aún más si la inauguración es improcedente por falta de vías de acceso. Sr. Alcalde, piense usted en la comparación que me permito hacerle. Usted se estrena un terno pero sin zapatos. Ese es el caso Tababela. Más claro no canta un gallo.