¡Adiós! Patricio

Te marchaste dejándonos una tarjeta de ida sin vuelta en Diario EL COMERCIO, vocero de tus inquietudes patrióticas, afanes literarios y memoriales históricos de la accidentada vida del país.

No pude agradecerte de tu aprecio manifestado al analizar las producciones históricas de tu amigo, señaladamente aquella de 'En Palacio de Carondelet'. En una de ellas, aparecida en enero, mencionaste en el capítulo de dictaduras, algunos renglones de dicho libro, en el periodo de Veintemilla…, cotejando con lo expresado por el gran historiador Luis Robalino Dávila.

Quizás, hoy, más que lamentar tu muerte, deberíamos pensar en tu vida y en tu obra en favor de las nobles causas y necesidades cotidianas de nuestros semejantes, reciban sus deudos nuestro pesar y solidaridad.

Tus actitudes siempre fueron de los mejores ideales, haciéndote acreedor de respeto y admiración.  

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