En los primeros grados de escuela, hacíamos un peregrinaje para fortalecer nuestro civismo, conociendo el Palacio Presidencial, el Congreso Nacional y el Palacio de Justicia, fue la primera vez que conocí el Palacio de Justicia, y el viernes 8 de febrero del 2013, me ha tocado ser parte de la Historia del Palacio de Justicia, pero para despedirme y decirle adiós, pues fue el último día en que oficialmente funcionó, con los juzgados de Tránsito y algunos de la Niñez que todavía quedaban en el bloque frontal, ya que meses atrás pasaron a esparcirse en diferentes edificios en el norte de Quito, las otras judicaturas. Las oficinas del Palacio de Justicia, se están terminando de desocupar en estos días de feriado, y es precisamente lo que quiero recalcar, en muchas ocasiones al funcionario judicial se le atribuyó todos los males de la Justicia, pero en esta nueva etapa somos los puntales y abanderados del cambio, pues con trabajo, sacrificio y dedicación hemos aportado a que las cifras, pregonadas y publicitadas por el Consejo de la Judicatura de Transición al país, sean halagadoras y muestren el cambio de esta vital Función del Estado. Atrás quedan los años de historia, este edificio dará paso al Complejo Legislativo, que alojará oficinas para los futuros asambleístas; mi saludo y reconocimiento al compañero judicial.