Me permito acotar con todo respeto una afirmación del sabio columnista Dr. Rodrigo Fierro B., quien en su artículo “Ensayar y ensayar” afirma: “Apellidos de judíos sefarditas españoles. De toponímicos: Esquivias, Posadillo, Trujillo, Mideros, etc.; de minerales: Fierro, Plata, etc.; de animales: Cordero,etc.”
Lamento afirmar que la existencia de apellidos estrictamente sefarditas en España, sobre todo a partir del siglo XV, es un mito urbano muy extendido, aun entre intelectuales, pero todos los especialistas en el tema lo niegan (no me refiero a novelistas), todos. No deseo hacer alarde de erudición, por eso no los cito, pero todos ellos sostienen que es imposible probar tal situación, por ello nunca se lo ha hecho.
Apellidos originados en toponímicos, minerales, animales (se le olvidó al columnista los gentilicios, los utensilios, elementos arquitectónicos, plantas, rasgos físicos, oficios…) han sido usados por la totalidad de españoles, cada cual en su lengua. Todos los apellidos tienen un origen que se puede rastrear.
En el siglo XVI los sefarditas se cambiaron los apellidos a los usados por los cristianos españoles (se conservan listas con los anteriores y los nuevos escogidos).