ACERCA DE ‘LOS 10 DE LULUNCOTO’

Me refiero a la nota de prensa titulada ‘Panfletos son pruebas contra Los de Luluncoto, acusados por terrorismo’, publicada en EL COMERCIO, edición  del 5 de diciembre del 2012. 

Lamentando como ser humano la situación jurídica por la cual se encuentran atravesando los jóvenes que fueron detenidos el pasado mes de marzo del 2012, acusados de  pertenecer presuntamente a un grupo seudo-subversivo causante de planificar y colocar bombas panfletarias en distintas ciudades del Ecuador, entre noviembre y diciembre del 2011, me permito expresar que estos hechos que reseña el medio con fechas y detalles son acciones violentas que han alterado el orden público y han atentado contra la seguridad ciudadana. 

Independientemente de la presunta culpabilidad o no de los ciudadanos ecuatorianos detenidos por estos hechos, se debe recordar que un grupo subversivo, de triste e ingrata recordación para mi generación, se dio a conocer a inicios de los años 80, con inocentes ‘pintas’ en las paredes y muros de Quito, antes de iniciar sus acciones subversivas y delictivas, que muy bien las recordamos quienes vivimos esa experiencia y en su momento fueron cubiertas y dadas a conocer por Diario EL COMERCIO.

Con ocasión de mi comentario acerca de esta noticia, recurro a la reproducción de un dicho común que cita el distinguido articulista, señor Patricio Quevedo Terán en su artículo de opinión ‘¡Errores de Correa!’  (Diario EL COMERCIO del 5 de diciembre del 2012, sección Opinión):  “…una cosa lleva a otra y esta a su vez a la siguiente…”.   Sobran comentarios.

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