Si analizamos con lupa las acciones en los 100 primeros días de gestión de las autoridades seccionales, recientemente posesionadas, se revela que la mayoría fueron discursos aprendidos para vitorearse en una tarima, sin proyectos trascendentales que enrumben a soluciones efectivas y concretas para cada cantón y provincia.
Hay honrosas excepciones que denotan el ánimo de romper esquemas, como generar políticas en defensa de los animales, eliminación de reinados de belleza o intentos por firmar convenios por la seguridad; sin embargo faltan temas importantes como salud, vivienda y legalización de tierras, carreteras y servicios básicos.
Es posible que las agendas comunicacionales de ciertas autoridades busquen un efecto paliativo para cubrir los tarimazos de campaña, la ineficiencia y los deseos por preparar motores con un cálculo para gestionar las agendas de las elecciones del 2021, sin pensar en sus mandantes. Eso explicaría la comunicación por medio de redes sociales, dedicadas a evidenciar los trabajos de escritorio en lugar de los de territorio.
La falta de recursos para la gestión local es preocupante y las autoridades debieran buscar mecanismos alternativos para el financiamiento de sus proyectos.
Por ello el país necesita de nuevos liderazgos, de gente joven y preparada dispuesta a sacrificarlo todo por transformar al Ecuador en un país socialmente responsable, con un proyecto claro que atienda ejes importantes.