Existe una rutina que se ejecuta siempre que existe un accidente de tránsito, la investigación, las promesas de que se sancionará a los responsables, el despliegue informativo de los medios de comunicación, la defensa de parte de los agremiados del volante y todo concluye, hasta el próximo accidente de tránsito. Un escándalo de corrupción envuelve a los organismos de control de tránsito, se asegura que se solucionará en el menor tiempo posible y que se instalarán mecanismos de control para reducir y, en lo posible, evitar los accidentes de tránsito. Hago una invitación muy cordial a las autoridades ahora municipales, quienes se encargan de controlar el tránsito, a que realicen controles en las ‘autopistas urbanas’ que existen en la ciudad, que suelen convertirse en centros de autopsia urbana, es el caso de las avenidas 6 de Diciembre, De Los Shyris, Amazonas, en donde los mal llamados profesionales del volante corren en sus unidades sobrepasando los límites de velocidad establecidos. Ecuador requiere urgentes controles sobre el tránsito, para educar a la población y sancionar cuando se irrespete la ley, pues el saldo de las infracciones son pérdidas de vidas humanas y familias destrozadas. Invito a los señores transportistas a conducir responsablemente pensando que llevan a sus familias en sus unidades, ojalá eso nos permita reducir los accidentes de tránsito.