Con inspiradoras milongas y tangos de guardia vieja, en este especial día, te abrazo, padre. Bienvenido seas padre de la familia nuestra, a compartir emociones de homenaje en tu día. Te recibimos con aplausos y una calle de honor, para expresarte amor y gratitud eterna. Agradecemos a Dios tu amada presencia, tu figura venerable y corazón que late fuerte.
Eres el firme cimiento de tu familia y hogar, la palabra y autoridad ejemplo para tus hijos. Trabajador incansable, brazos que acogen fuerte a tus hijos. ¡Cómo no darte gracias! y llenarte de mil besos, si eres el ser que Dios nos regaló como padre. De Él procedes y tienes noble misión: cuidar de tus hijos siempre, guiarles en su Palabra. Trabajador incansable, gladiador de mil batallas, por tu hogar sacrificado. Contemplamos tu amado semblante, sentimos en tu mirada de tu amor la dulzura.
Dios te dio el título de Padre, y tus hijos y esposa te llamamos “papacito”. ¡Gracias, amado padre! por tu corazón noble, tu vida está llena de trabajo y entrega. Recibe hoy homenajes; reconocimiento eterno, a tu encomendada misión que con amor cumples. Todos tus hijos amados, en oración muy devota, a Dios en acción de gracias por tu vida y entrega.
Tu bendición, padre, recibimos en este día, ella nos guíe siempre, nos proteja de todo mal. ¡Cómo pagar podremos tanto que tú nos has dado! Felicidades, amado padre; y lluvia de bendiciones. Dios y María contigo en la tierra y en el cielo.