En estos últimos días nos ha correspondido junto a mi esposa realizar algunos trámites en la Administración Norte del Municipio de Quito. Ha sido una verdadera odisea, un resumen: Día 1: pido información, me indican que debo hacer fila antes de las 07:00. Para alcanzar el turno requerido. Día 2: madrugar para tomar turno, lo obtengo, me atienden en la tarde, pero falta un documento del que no me habían informado. Día 3: nuevamente madrugar, llego al mesón, y sorpresa, “ya no hay turnos, vuelva mañana”. Día 4: ¡madrugada de nuevo!, me dan turno, me atienden y creo que por fin podré retomar mi trabajo, pero, ¡oh sorpresa!, ya finalizado el trámite, me indican que otra vez debo pedir turno para siguiente etapa: “asesor de servicios”. Hago otra fila, y me dicen: “Lamentablemente ya no hay turnos, madrugue mañana…”. Hasta aquí hemos llegado, deberé volver mañana. Fuera de la falta de información sobre requisitos y procedimientos de trámites (incluso la señora del mesón de Información al pedirle mi esposa detalles de requisitos, le indica: “Yo no doy información, sólo entrego turnos” ¿?), está el trato displicente de esos funcionarios hacia el público, ya desesperados por la ineficiencia, que reclama, y le responden: “Si se altera lo saco para afuera”. Me pregunto: ¿se podrá mantener la calma frente a la humillación, falta de respeto y de consideración hacia quienes sólo queremos hacer un trámite municipal, por el que además pagamos? ¿A dónde va nuestro dinero? ¿A los adornos del bulevar o a los letreros del mismo que hablan de respeto y solidaridad, valores que al parecer muchos de los funcionarios municipales desconocen? Por favor autoridades, designen recursos para mejorar la calidad de servicio municipal, ¡Este NO es el Quito que queremos, ni el que merecemos!