Felicitaciones a la prensa por el Día del Periodista Ecuatoriano en sus 225 años y al Diario El Comercio en sus 111 años al servicio de la Patria, comunicando de forma objetiva e imparcial los acontecimientos del país y el mundo.
No declinen en su propósito primordial “de la libertad de expresión”, en tiempos revolucionados en donde se impone mordaza a quienes piensan y comunican de forma disímil al poder de turno. Imputan indebida autocensura, so pena de multas, juicios y represalias. Catarata de réplicas improcedentes que se obliga a publicarlas “por ley y no por su contenido”. No claudicaron en las dictaduras civiles y militares del tortuoso trajinar político del Ecuador, fue cuando más se unieron. La profesión de periodista como otras, nacen de la vocación privativa de los ciudadanos y no del Estado Totalitario como dueño de nuestras conciencias y vidas. El escrutinio público de los actos de las autoridades y recursos de la Cosa Pública, “son un derecho de los estados civilizados”. Letra vulnerada en la Constitución, con leyes, decretos, reglamentos, oficios y actos del poder absolutista.
Muchas empresas líderes del país, producto de la iniciativa de personas y familias como el caso de los ex dueños de El Comercio, acicateadas por el poder que menoscaba la condición de personas iguales y distintas, individuales y plurales, familiares y comunitarias, privadas, nacionales y del mundo. Eugenio Espejo, tutor del periodismo ecuatoriano, de la Patria Libre y Quito Luz de América: “Si no existe libertad de imprenta, lícito es pintar en las paredes el grito de rebeldía de los pueblos”.