El 2008 DKR intentará devolver un título a los vehículos con tracción 4×2.
Un cuarto de siglo después de su última participación en el Dakar, en la que se impuso el finlandés Ari Vatanen al volante de un 405 T16, Peugeot decidió volver a la legendaria prueba con el ambicioso objetivo de ganarla.
Para ello, su división de competición desarrolló expresamente un vehículo provisto de los últimos avances tecnológicos orientados a lograr un óptimo desempeño ‘off road’, aunque, curiosamente, la tracción solo es a dos ruedas.
Se trata del 2008 DKR, que tendrá tres ejemplares en competencia conducidos por el francés Stephane Peterhansel, 11 veces ganador del Dakar (seis en motos y cinco en autos), por su compatriota Cyril Despres, poseedor de cinco títulos del Dakar en dos ruedas y por el español Carlos Sainz, triunfador del Dakar en el 2010.
Pese a la envidiable formación, el equipo enfrenta el hecho de que han pasado 15 años desde la última ocasión en que un auto con tracción a un solo eje se impuso en el Dakar. Ante ello, no son pocos quienes se preguntan si existen posibilidades reales de ganar el rally más duro del mundo con un vehículo totalmente nuevo y con características mecánicas muy particulares.
Peterhansel atiende esa interrogante en tres apartados. En primer lugar, el francés asegura que el vehículo es veloz, aunque aún no se sabe qué tan rápido es respecto de sus rivales. Por ello, una parte esencial de la estrategia de carrera será evaluar su verdadero potencial en las primeras etapas.
En segundo lugar, indica que hay que sacar el máximo partido de ventajas tales como el menor peso del vehículo, y compensar la potencial deficiencia de la ausencia de tracción total con un pilotaje más limpio y preciso.
Finalmente, Peterhansel cree que hay que tratar al vehículo con tanta suavidad como sea posible, especialmente en las etapas más exigentes, con el fin de aumentar las posibilidades de llegar al final.
Sainz, por su parte, aseguró que participa en el Dakar con Peugeot con la intención de ganarlo, a pesar de que no tiene idea de las posibilidades reales del 2008 DKR en la competencia.
“El proyecto con Peugeot es nuevo, atrevido y se hizo en un tiempo récord, lo cual hace que la prudencia a la hora de hacer vaticinios sea muy importante”, señaló.
“No hemos podido hacer una carrera o prueba alguna contra otros autos para saber dónde estamos, pero creo que podemos ir bien. Tenemos la sensación de que vamos a perder menos tiempo que el año pasado. ¿Cuánto? Eso no lo sé. Habrá etapas en las que nuestras opciones serán prácticamente nulas y otras en las que será al contrario. En el Dakar la sorpresa puede llegar en cualquier momento”, agregó.
Para Despres, el del 2015 será esencialmente un Dakar de aprendizaje, pues será el primero que afronte subido en un auto. De los tres pilotos de Peugeot probablemente será el que marche más rezagado, tratando de seguir el ritmo de Peterhansel y Sainz.
No obstante, además del apoyo que le brinden sus compañeros de equipo, le será muy importante la guía de su veterano copiloto Gilles Picard, quien ya ganó el Dakar en el 2006 como navegante del francés Luc Alphand en un Mitsubishi.