Las líneas son muy similares a las de su inmediata superior en la gama BMW: la G 650 GS. Foto: press.bmwgroup.com
La G 310 GS es la hermana ‘off road’ de la G 310 R, una ‘naked’ de baja cilindrada que el fabricante alemán BMW incorporó a sus filas el año pasado, con el fin de conquistar a nuevos clientes de segmentos inferiores.
La nueva opción, que paulatinamente ha ido llegando a los diferentes mercados de la marca, propone llevar el mismo espíritu aventurero de las motos más grandes de la gama GS de la marca hasta los 300 cm³, apostando por un diseño y unas sensaciones de conducción muy similares a los que ofrecen sus ‘hermanas mayores’.
Mecánicamente, la BMW G 310 GS está impulsada por un motor monocilíndrico de 313 cm³, que es capaz de desarrollar una potencia de 34 caballos a 9 500 rpm y un torque de 28 Nm a 7 500 rpm. Estas cifras, sumadas a un peso de 169 kilos, a su chasís versátil y a una posición de conducción muy ergonómica, hacen de esta moto una de las alternativas más destacadas dentro de su categoría.
La ergonomía es un punto fuerte, gracias a la posición del asiento, de los estribos y del manillar. Foto: press.bmwgroup.com
La estructura es la misma que emplea la G 310 R, de la que se deriva, con una suspensión delantera de horquilla invertida y una posterior de monoamortiguador con precarga ajustable, que recibieron una configuración específica para ofrecer un funcionamiento óptimo dentro y fuera del asfalto.
En materia de seguridad, los discos de freno (delantero de 300 mm de diámetro y trasero de 240 mm), también tomados de la G 310 R, están asociados a un sistema antibloqueo de serie.
Su agilidad, confort y bajo consumo de combustible la convierten en una moto apta para el uso cotidiano en ciudad y carretera. Además, como en sus modelos de gamas superiores, BMW ofrece para la G 310 GS una amplia gama de accesorios originales, como opción.