La marca evalúa el desempeño del modelo con miras a una potencial comercialización local.
Desde hace un año y medio, la apertura del Gobierno nacional hacia los autos eléctricos ha motivado a varias empresas importadoras a introducir vehículos de ese tipo al país. En primera instancia, la intención es evaluar su desempeño en el medio local, como paso previo a una potencial comercialización.
La más reciente de esas iniciativas llegó de la mano de Fisum, representante en Ecuador de la alemana Volkswagen, que desde hace algunas semanas prueba en el país al e-Golf, la variante eléctrica del Golf, de séptima generación.
Invitados por la firma local, nos pusimos al volante de uno de los tres ejemplares que recorren las vías ecuatorianas para obtener una impresión propia respecto de sus bondades.
LA FICHA TÉCNICA
Motor: eléctrico síncrono
Potencia: 85 kilovatios, equivalentes a 116 HP, sin pérdida por altitud
Torque: 270 Nm
Baterías: iones de litio de 24,4 kW/h
Autonomía: entre 130 y 190 kilómetros, según la topografía y estilo de conducción
Frenos: con regeneración de energía
Modos de conducción: Normal, Eco y Eco+
A simple vista, el e-Golf no presenta mayor diferencia del Golf convencional, excepto por los emblemas ubicados adelante y atrás y por la pintura de la carrocería que también resalta esa característica.
El interior tampoco da pistas de que se trata de un auto alimentado por electricidad, hasta cuando se lo enciende mediante un botón. En ese momento aparecen tanto en el cuadro de instrumentos como en la pantalla digital del tablero algunos indicadores específicos (nivel de carga de la batería, modo de funcionamiento, autonomía de operación, etc.).
Las baterías se recargan completamente en 13 horas con 110 voltios o en 7 horas con 220 voltios.
Las baterías se recargan completamente en 13 horas con 110 voltios o en 7 horas con 220 voltios.
No obstante, es al ponerlo en marcha cuando el vehículo realmente adquiere una identidad propia, pues sorprende por su funcionamiento suave y silencioso y por la ágil respuesta de aceleración derivada del motor eléctrico, que genera 116 caballos de potencia y unos contundentes 270 Nm de torque.
El propulsor va unido a una caja de cambios automática de una sola marcha adelante, que le permite desarrollar una velocidad máxima de 140 kilómetros por hora.
El compacto motor está alimentado por unas baterías de iones de litio ubicadas en la parte baja del vehículo, entre los ejes. Para compensar el aumento de peso, varios elementos estructurales del e-Golf están fabricados en aluminio.
Varios indicadores informan sobre la operación del vehículo.
Las mediciones realizadas en el país, hasta el momento, dan cuenta de una autonomía cercana a los 160 kilómetros. Las unidades de prueba están equipadas con un software que recopila todos los datos de operación, los cuales serán analizados por VW en Alemania.
En función de los resultados obtenidos, la firma decidirá si el
e-Golf puede comercializarse en Ecuador.