La hora de las mayorías móviles
Este Diario publica hoy un reportaje en el que se muestra el atolladero político que significa la fractura en la mayoría parlamentaria que estaba vigente desde mayo del 2018, cuando se planteó un acuerdo legislativo para aprobar una agenda parlamentaria en beneficio del país. Ahora, cualquier iniciativa parlamentaria dependerá de montar mayorías para cada ley. Lo que se conoce como las mayorías móviles en el ámbito legislativo.
La mayoría parlamentaria de mayo contaba con al menos 78 votos, que eran más que suficientes para aprobar leyes, pues la mayoría necesitan 70 voluntades. Si el Ejecutivo tuviese un buen operador político, esa mayoría no se habría roto así, abruptamente, cuando CREO anunció que pasaba a la oposición tras el fallido juicio político a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint.
Así las cosas, si nadie del resto de aliados del oficialismo se apartara (el Bloque de Integración Nacional, Bin; y el Bloque de Acción Democrática Independiente, Badi), al Régimen le harían falta 12 votos. De ahí que sea claro que la búsqueda de votos definitivamente marcará la agenda política de lo que resta del ejercicio legislativo.
El presidente de la Asamblea, César Litardo (AP), fue bastante optimista en una entrevista con este Diario. Asegura, que no hay espacio para las mayorías móviles y cree que el diálogo hará posible la aprobación de las leyes planteadas en la agenda legislativa, y que fuera presentada entre las bancadas apenas hace dos semanas.
Por otra parte, habrá que ver cómo queda la oposición. CREO ha anunciado que entra en franca oposición al Gobierno. ¿Significa eso que en esa posición se alineará al correísmo o al socialcristianismo? La nueva posición legislativa del bloque de CREO no está exenta de dilemas. Ese es solo un ejemplo de que la decisión tomada no es pasar del blanco al negro, sino que tiene una gama de matices.
Y a todo esto, ¿será que los asambleístas independientes tienen claro su papel?