Texto y contexto crítico

Texto y contexto crítico es un espacio de ideas libres sobre la política nacional. Otros artículos del autor: http://bit.ly/jImbaquingo

Jorge Imbaquingo

Jorge R. Imbaquingo

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Knight Fellow Stanford University 2012. Es periodista desde hace 23 años. Colabora con el Grupo EL COMERCIO desde el 2016 como Editor de Ciudad. Actualmente ocupa el cargo de Editor Político.

Finanzas vs. CNE

La crisis sanitaria y las elecciones. Las dos tienen importancia. El problema es la prioridad con la que el Estado efectivice los recursos para resolverlas. Es una coyuntura en la que sin duda alguna debe primar la vida de los ciudadanos, pero en la que no hay que olvidar que el futuro de la nación está en juego, pues hay que garantizar que el Estado sea conducido por quien la mayoría considere que debe hacerlo desde el 24 mayo del 2021.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó a finales de agosto un presupuesto de USD 114 millones. Dista de los USD 145 millones que se preveían en los primeros días de marzo, justo antes de la emergencia sanitaria. Pero para el Gobierno, a pesar de la rebaja, es demasiado abultado.

Hay que considerar que incluso el consejero de minoría Luis Verdesoto proponía un presupuesto de USD 90 millones. Entonces se entiende que, con o sin crisis sanitaria, el CNE apuntaba a una cantidad elevada, con el discurso de que así se garantizarían los resultados de las votaciones. No hay que desestimar el apagón informático en los comicios seccionales del 2019 (que serán la cota en la que medirán todas las acciones del CNE en el proceso electoral del 2021).

Lo que no hay que olvidar, más allá de que se transfieran los recursos, es que el CNE no sesionó 43 días en el confinamiento de la pandemia. Y que allí se perdió valioso tiempo para solucionar los problemas que se presentan hoy: se hubiese implementado el voto electrónico, o un voto postal, decisiones que habrían abaratado costos y que no nos pondrían en la disyuntiva de votar o no, por el peligro del covid-19 en los recintos electorales.

Al parecer, la voluntad fue presionar por el mayor monto que se pudiera. Y ahí están, con ustedes, frente a frente, en esta esquina el Ministerio de Finanzas, y en la otra, el CNE, en un lucha sin límite de rounds, negociando los rubros en los que se cortarán gastos. ¿Y si no hay acuerdo? ¿Y si no hay dinero? Las elecciones no deben retrasarse para cumplir los tiempos dispuestos en la Constitución.