Texto y contexto crítico

Texto y contexto crítico es un espacio de ideas libres sobre la política nacional. Otros artículos del autor: http://bit.ly/jImbaquingo

Jorge Imbaquingo

Jorge R. Imbaquingo

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Knight Fellow Stanford University 2012. Es periodista desde hace 23 años. Colabora con el Grupo EL COMERCIO desde el 2016 como Editor de Ciudad. Actualmente ocupa el cargo de Editor Político.

Convivencia y aceptación de la corrupción

Las leyes anticorrupción se configuran como una de las vías que un Estado debería tener para detener este flagelo. Este Diario publica hoy la situación de las leyes, una vez que el tema de la corrupción fuera mencionado el pasado domingo, en el Informe a la Nación, por el Presidente de la República, Lenín Moreno.

En la Asamblea actualmente hay cuatro proyectos de ley que se mueven lentamente, desde hace tres años sin que ninguno haya pasado siquiera a primer debate. Aun así, la elaboración de las leyes puede resultar en enredados complejos legales creados por quienes tienen directa o indirectamente a su cargo dineros públicos, de ahí que su eficacia sea cuestionable. Así lo advierte la Iniciativa para la Recuperación de Activos Robados (StAR, por sus siglas en inglés), un ente creado en conjunto por el Banco Mundial y la ONU para combatir la corrupción.

StAR pone énfasis en otras aristas más eficaces que las leyes nacionales para el combate de la corrupción. En primer lugar está la inteligencia financiera, apoyada por la Interpol y otras instituciones, que siguen el rastro del blanqueo de dinero. El otro gran puntal para combatir la corrupción es la implementación de demandas civiles, para recuperar lo robado, lo que implica una recopilación de casos en los que se incluya a los sobornos como fuente de corrupción.

Sin embargo, queda la sensación de que la corrupción es un ente establecido con el que hay que convivir y que se debe combatir una vez que se han detectado movidas poco usuales de contratos y dineros. Es como que la corrupción no se debería prevenir. ¿Qué tal si en la actual emergencia sanitaria se incluían controles preventivos para evitar que una mascarilla de USD 2 sea contratada en USD 12? Esto confirma que se trata de un problema sistémico, de convivencia y aceptación de la corrupción, en donde los agentes del Gobierno, a pesar de saber que la contratación en régimen de emergencia es propensa a la corrupción, y solo actuaron cuando la prensa mostró con acierto esa práctica pestífera.