Texto y contexto crítico

Texto y contexto crítico es un espacio de ideas libres sobre la política nacional. Otros artículos del autor: http://bit.ly/jImbaquingo

Jorge Imbaquingo

Jorge R. Imbaquingo

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Knight Fellow Stanford University 2012. Es periodista desde hace 23 años. Colabora con el Grupo EL COMERCIO desde el 2016 como Editor de Ciudad. Actualmente ocupa el cargo de Editor Político.

Ecuador, modelo de gobernabilidad

Gobernabilidad. Esta es una categoría que presupone una dicotomía inmediata, la ingobernabilidad. Así, la gobernabilidad es un sinónimo de control efectivo desde el poder.

Tanto ha sido simplificado el hecho, que hay discusiones de teoría política que abarcan esa dualidad como una característica propia del pensamiento político latinoamericano, que deja a un lado grados y niveles de gobernabilidad, que son factores que dispersan el ejercicio del poder. Y ni qué hablar del término de la gobernanza, entendida como los parámetros para determinar la toma de decisiones. De ahí que los criterios vertidos por el ex presidente de la República, Osvaldo Hurtado, en una entrevista publicada el pasado domingo en este Diario, se tornen importantes para entender varios factores que pesarán en el futuro político del país.

Hurtado cree que en términos de gobernabilidad, el próximo presidente tendría una buena perspectiva, dado el entorno jurídico que hereda del correísmo que creó el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) y el Código de la Democracia. Ambos no han sido subsanados por la transición y son un peligro.

Según Hurtado, el Código de la Democracia hace viable, mediante el Método D’Hondt, la desproporcionalidad entre los votos y la cantidad de escaños en la Asamblea, lo que implica tener, en teoría, leyes expeditas favorables para el Ejecutivo. El otro instrumento es el Cpccs, con el que se puede nombrar a los titulares de los órganos de control.

Visto así, la gobernabilidad también puede ser poco democrática. Antidemocrática, inclusive. Esa manía de ver a la gobernabilidad como un modelo para garantizar únicamente el beneficio del Ejecutivo, haría que el Ecuador sea un modelo digno de estudio en donde se garantizó la gobernabilidad a costa de las más mínimas cotas democráticas.

Si el actual Gobierno no logra revertir este modelo, habrá germinado un Estado que replique al correísmo, solo que con otra cara.