Solo para empresas y emprendedores

Es una columna que analiza la situación y los desafíos de las empresas, las pymes y los emprendimientos en el contexto económico ecuatoriano e internacional. Otros artículos del autor: http://bit.ly/xBasantes Twitter: @XAVIERBAS

Xavier Basantes

Lic. en Comunicación, U. Central. Posgrado en periodismo en U. Andina y diplomado en gestión empresarial del Tec de Monterrey. Periodista económico. Del 2009 - 2016, Editor de LÍDERES. Exeditor de El Comercio TV; ahora Macroeditor de Proyectos Multimedia.

Un segundo semestre más optimista

El balance del desempeño económico del país en el primer semestre es crítico. Dos datos son contundentes a la hora de evaluar cómo estuvo este período: USD 16 000 millones en pérdidas en el sector productivo y USD 3 200 millones en atrasos del Gobierno central. Y esas cifras aún no son definitivas porque algunos sectores, como el turístico -por ejemplo-, siguen acumulando pérdidas.

La recuperación sin duda tomará algunos años, pero al menos hay hechos que pudieran aportar a un escenario más optimista en el segundo semestre y que incluso pudiera permitir generar algunas plazas de empleo. No obstante, el ambiente preelectoral siempre incide a la hora de tomar decisiones empresariales, sobre todo si se trata de invertir.

En la segunda mitad del año se prevé que entre en vigencia el acuerdo suscrito con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés). Con ello el país podrá colocar unos 130 productos, sobre todo no tradicionales, con beneficios arancelarios y acceder a un mercado de 12,5 millones de habitantes en Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Ahí hay un reto.

Tras la aprobación de la Ley de Apoyo Humanitario también se prevé que la Junta de Regulación Monetaria y Financiera analice la situación de las tasas de interés vigentes en todos los segmentos crediticios y eso puede mejorar el dinamismo económico.

Otro hecho que puede entrar en el radar para mirar un segundo semestre con más oportunidades está en la industria del cáñamo. Si bien se trata de un proceso que tomará tiempo, el país ya atrae el interés de empresas de Canadá y EE.UU., para invertir en el sector. Esto, una vez que el pasado 21 de junio entró en vigencia la reforma al COIP, que excluye de las sustancias catalogadas sujetas a fiscalización al cannabis no psicoactivo o cáñamo.

Si bien los impactos de la pandemia continúan y eso incide en el desempeño económico, al menos hay oportunidades para pensar que si se actúa con una visión estratégica y de asociatividad puede haber una salida.