Hay que seguir impulsando la agenda comercial del país, para que el Ecuador se siga integrando al mundo. Este fue el mensaje principal de los exportadores ecuatorianos, en el marco de la ceremonia de premiación a las empresas que más se destacaron este año.
Y los empresarios tienen razón. Ante la crítica situación fiscal, una de las principales opciones que se tiene para la llegada de divisas -que ayuden a sostener la dolarización- es a través de las exportaciones.
Si bien los malos presagios sobre la economía mundial para el 2020 así como la guerra comercial entre EE.UU. y China inciden en el mercado internacional, la agenda exterior del Ecuador no se muestra con el acelerador a fondo. Obviamente, también pesa el hecho de que en el último trimestre se han desatado protestas en los países de la región y que influyen en este tipo de procesos. Allí está el caso de Chile, país con el cual Ecuador avanza en la negociación de la modernización de un acuerdo, que facilite su posterior ingreso a la Alianza del Pacífico.
Este es un asunto pendiente, ya que también está en la agenda alcanzar un convenio con los mexicanos. Ahí hay otros aspectos que pudieran pesar en la relación bilateral.
No obstante, una oportunidad que tiene el Ecuador para avanzar en sus vínculos externos es la tercera reunión del Consejo de Comercio e Inversiones con EE.UU. (TIC, por sus siglas en inglés), prevista para la próxima semana en Quito. En esta instancia se buscan más acercamientos en los sectores de agricultura, propiedad intelectual, acceso al mercado, inversión, trabajo y medio ambiente.
Pero ese afianzamiento de la agenda exterior no solo se dirige a la apertura de nuevos mercados. También hay que consolidar los acuerdos que se mantienen en la actualidad, pero hay que superar obstáculos y evitar que se puedan venir sanciones, como por ejemplo, con la UE y la ‘tarjeta roja’ por la pesca ilegal.
Urge retomar con ímpetu la agenda comercial; no solo se generan más divisas, las exportaciones también ayudan a reducir la pobreza.