Los fondos de ahorro se activan en emergencias
Hace una década (febrero del 2010), Chile sufrió uno de los peores terremotos que ha sentido ese país y la primera reacción que hubo desde las autoridades económicas fue que la reconstrucción de las zonas afectadas se financiarían con recursos propios. Chile tuvo al acierto de crear varios fondos como el Fondo de Estabilización Económica y Social, el Fondo de Compensación del Cobre, entre otros, que le permitieron atender la emergencia sin mayores contratiempos.
El origen de los fondos se remonta a los años 50, cuando Kuwait decidió poner en marcha este recurso y colocar allí los excedentes de los precios del petróleo. Luego se han sumado otros países como Noruega. De acuerdo con el Informe Fondos Soberanos 2019 elaborado por ICEX-Invest se contabilizan 94 fondos soberanos que suman USD 8 300 billones (7,5 billones de euros).
La pandemia del covid-19, que por ahora afecta a más de 180 países y territorios, también pone a prueba a aquellas naciones que en la definición de su política económica han considerado la creación de fondos de ahorro y el fortalecimiento de sus reservas.
Un reciente ejemplo de esto es Perú. El Gobierno ahora saca provecho de tres décadas de disciplina fiscal y escaso endeudamiento, que le permiten echar mano de sus ahorros para enfrentar las necesidades sanitarias y financieras derivadas de esta emergencia sanitaria. Por ahora anuncia un plan con -al menos- USD 25 000 millones.
Sin embargo, como -por ahora- no se puede establecer cuánto tiempo durará la pandemia es difícil establecer cuánto dinero se podrá inyectar a la economía y si eso alcanzará para atenuar los efectos del covid-19. De todos modos, los fondos de ahorro ayudan y contribuyen a minimizar los impactos en la sociedad.
Ecuador tuvo unos fondos de ahorro que fueron destinados para salud, educación, recompra de deuda, proyectos hidroeléctricos, entre otros objetivos, pero fueron eliminados en el Gobierno anterior. Eso es parte de la historia, no quedó nada y todo se gastó.