Los desafíos que plantea la competitividad
El Foro Económico Mundial presentó su Reporte Global de Competitividad 2020, en donde plantea algunas consideraciones orientadas hacia la recuperación económica para el 2021, en una etapa poscovid-19. Esos enfoques abordan temas que involucran la participación del sector público y del privado.
El organismo recomienda que los gobiernos, a partir del próximo año, prioricen la mejora de la prestación de servicios públicos, planifiquen la gestión de la deuda soberana y amplíen la digitalización. A largo plazo, recomienda impuestos más progresivos e impulsar infraestructuras más ecológicas.
El informe también propone introducir incentivos financieros, para que las empresas participen en inversiones sostenibles e inclusivas. Además, sugiere actualizar los planes en materia educativa, reformar las leyes laborales y mejorar el uso de las nuevas tecnologías de gestión del talento.
El Foro recomienda que los países amplíen la inversión pública en I + D, mientras la fomenta el sector privado. A más largo plazo, los países deben apoyar la creación de los “mercados del mañana” y motivar a las empresas a adoptar la diversidad, para mejorar la creatividad y la competitividad.
En ese sentido, el 2021 se presenta desafiante, tanto para las administraciones gubernamentales como para las empresas.
En esa hoja de ruta, el país tiene la oportunidad de promover cambios importantes desde el Ejecutivo y Legislativo, en el contexto de las elecciones generales de febrero. Si bien los binomios han propuesto sus planes de gobierno, así como los aspirantes a la Asamblea, no está demás conectar sus legítimas aspiraciones con los desafíos que tiene el mundo para superar los efectos de la pandemia.
Tal como lo advierte la Cepal, en un informe publicado esta semana, las consecuencias económicas y sociales del covid-19 han sido exacerbadas por los problemas estructurales que la región arrastra históricamente. Y allí caben las sugerencias que realiza el Foro, si se quiere ver un horizonte de largo plazo.