Solo para empresas y emprendedores

Es una columna que analiza la situación y los desafíos de las empresas, las pymes y los emprendimientos en el contexto económico ecuatoriano e internacional. Otros artículos del autor: http://bit.ly/xBasantes Twitter: @XAVIERBAS

Xavier Basantes

Lic. en Comunicación, U. Central. Posgrado en periodismo en U. Andina y diplomado en gestión empresarial del Tec de Monterrey. Periodista económico. Del 2009 - 2016, Editor de LÍDERES. Exeditor de El Comercio TV; ahora Macroeditor de Proyectos Multimedia.

La confianza empresarial aún no se reactiva

El anuncio de que el Ecuador se encamina hacia un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), recibe halagos del inversionista, pero aún es insuficiente para que la confianza empresarial se reactive y los proyectos salgan de los escritorios. Si a eso se suma que aún se esperan los términos de ese convenio, porque indudablemente habrá compromisos que cumplir, y al mismo tiempo se concreten otros anuncios, como el envío del segundo paquete de reformas a la Ley de Fomento Productivo, todavía se tendrán que esperar las nuevas inversiones.

El escenario más optimista de crecimiento del país para este año es el que plantea el Banco Central con 1,4%; mientras que el más pesimista lo tiene el FMI, con 0,73%.

Si se concreta el acuerdo de facilidad extendida con el Fondo, eso permitirá tener una agenda de largo plazo en el manejo de las finanzas públicas y facilitaría que el sector empresarial pueda definir estrategias y modelos de negocios con más certezas.

Además, todavía hay mucho trabajo por hacer. En la agenda para reactivar la confianza empresarial existen retos impostergables y se relacionan con los acuerdos comerciales pendientes, la competitividad integral, la nueva ley de emprendimiento, la simplicidad en la tramitología, entre otros.

Bajo este escenario, durante este año no se verían grandes apuestas de nueva inversión privada (aunque hay una tendencia interesante de aumento de formación bruta de capital fijo), nueva generación de empleo, entre otros ámbitos que pueden marcar una reactivación.

Si también se suman situaciones como el hecho de que la banca esté preocupada por la desaceleración de los depósitos y en consecuencia tendrá que revisar la velocidad con la que entregue nuevos créditos, las posibilidades de acceder a financiamiento pudieran frenarse. Aunque el anuncio del Biess de colocar más recursos en el mercado bursátil puede inyectar fondos para nuevas inversiones.

De todas maneras, la confianza no mejora. La desastroza herencia del correísmo afecta.