Persistencia retiniana

Textos breves sobre cine. Twitter: @andrescardenasm. Instagram: @andrescardenasmatute

Andrés Cárdenas Matute, autor del blog Persistencia Retiniana

Andrés Cárdenas Matute

Estudió periodismo en Ecuador y Chile. Ha escrito para periódicos y revistas de Ecuador, Colombia y España. Actualmente vive en Italia, en donde realiza estudios de doctorado sobre filosofía del cine.

Don’t Look Up (2021)

Ya se ha gritado mucho sobre si Don’t Look Up (2021) es la mejor película política del siglo o es la peor basura propagandística; si es la cumbre del activismo inteligente o una hipócrita queja capitalista sobre el capitalismo. Suponiendo que existen maneras de mirar que no obligan enrolarse en un ejército, lo más interesante de la comedia de Adam McKay llega al clímax en una escena que, sorprendentemente, él mismo ha dicho que es su favorita: la oración final del hippie que interpreta Timothée Chalamet. El contexto es que el planeta está a punto de ser destruido por un meteorito. Dos científicos –Leonardo Di Caprio y Jennifer Lawrence– habían anunciado el golpe, pero nadie les escuchó, tan adormecidos como estamos en nuestras comodidades y burbujas ideológicas. Después de cientos de gags sobre política, periodismo, entretenimiento o tecnología, irrumpe la escena solemne: una última cena de amigos en la casa de Di Caprio, en medio de una familia reconciliada. El científico está venciendo el pronóstico de soledad que el big data, ese dios que pretende conocernos más de lo que nos conocemos nosotros mismos, había arrojado para su muerte. Todos los presentes se ven impulsados a agradecer algo. “¿Ahora hay que decir amén o qué?”, preguntan, entre risas. Nadie sabe cómo seguir –no sabemos cómo rezar– hasta que Chalamet toma la palabra y pide, a un Dios creador, gracia a pesar del orgullo, perdón a pesar de las dudas, y fuerza para abrir el corazón a la aceptación de su voluntad. Empieza a sonar “Second Nature”, una de esas misteriosas canciones de Bon Iver en las que se habla de la esperanza de vernos nuevamente. Adam McKay ya había hecho cosas similares en el pasado: insertar un hilillo así –en este caso, qué hacer cuando conseguimos no morir solos– en medio del tejido de bromas ligeras. Pero lo importante es no pedirle a Don’t Look Up, una comedia política para la época navideña, lo que nunca ha prometido.

Poster de la película Don’t Look Up. Foto: Netflix
Poster de la película Don’t Look Up. Foto: Netflix