Letrometraje

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En ‘Fury’, los ideales son pacíficos y la historia es violenta

El cine bélico está un poco olvidado. Las guerras en el nuevo cine implican enfrentamientos de seres mitológicos, ejércitos de enanos, elfos, orcos… o batallones intergalácticos. No tenga nada contra ese tipo de películas, pero siempre los filmes bélicos (de la Segunda Guerra Mundial) implican un entendimiento o punto de vista sobre (la injusticia de) una guerra real.

Entonces, con ese argumento, a cualquiera se le puede grabar una de las frases más contundentes de ‘Fury’: “Los ideales son pacíficos. La historia es violenta”. La cinta, protagonizada por Brad Pitt, logra justamente enfrentar los ideales con la violencia y su director (David Ayer) juega con ellos para que los ideales estén –a veces- del bando de los buenos soldados y a veces la violencia defina el carácter de los pacíficos.

Pero no solo soldados. ‘Fury’ es el nombre del tanque de guerra que es a la vez el hogar de cinco soldados estadounidenses. En ese tanque se intercalan los valores de la milicia y las reacciones de los seres humanos en situaciones extremas. De alguna manera, estas narrativas son más –en estos días- en otro tipo de producciones.

Robert Kirkman, creador de ‘The Walking Dead’, en la introducción de su novela gráfica homónima, expica cómo él quiere que ‘The Walking Dead’ sea una forma de explorar cómo la gente enfrenta situaciones extremas y cómo los cambia. Por eso, la exitosa serie no es un show de zombies, es un programa de TV que muestra lo mal que estamos los seres humanos o la sociedad.

Entonces ni los zombies ni –en este caso- la Segunda Guerra Mundial son los actores principales. El mérito de ‘Fury’ es lograr que entre líneas o imágenes se de protagonismo a las relaciones que se tejen bajo el techo de un tanque de guerra; es la perfecta analogía para enfrentar los ideales e inocencia de un soldado novato y un oficial que ha “perseguido nazis desde África hasta la propia Alemania”.

Brad Pitt es Don, el más experimentado del puñado de soldados que se abre camino en el campo germano. Shia LaBEouf, Logan Lerman, Michael Peña y Jon Bernthal interpretan al resto de efectivos que “vive” en el tanque. Sin embargo, la fuerza de la narrativa está acentuada en las contradicciones de la guerra y –sin desmerecer el trabajo de Pitt y compañía- la película bien puede desarrollarse con nombres menos hollywoodenses. El tanque, que es un arma de fuego, cobija la lealtad, hermandad, cariño entre los soldados.

La película es constante en mostrar esa dialéctica entre lo inocente y lo violento, pero enfrenta debilidades cuando cae en los lugares comunes de los relatos de guerra: la visión de los ganadores. Sin contar una historia de amor fugaz, que en un inicio puede ser un guiño al romance, pero que el director Ayer utiliza la escena para recordar que en una guerra ningún bando puede ser bueno.