‘No quiero vivir en un país que tenga a Trump como presidente’

El presidente de EE.UU., Donald Trump, habla junto al vicepresente Mike Pence. Foto: AFP
La estadounidense Marsha Scarbrough, de 69 años, ha pronunciado la frase con la cual se rotula este artículo.
Ella se refugiará en España, lo más pronto posible, luego de la posesión del magnate Donald Trump como el 45 mandatario de Estados Unidos.
La historia y la determinación de Scarbrough, que recoge el diario madrileño El Mundo, evidencian una de las aristas del creciente fenómeno anti Trump, que se vive y se expande en regiones de EE.UU.
“No creo que vuelva nunca”, asegura la también periodista, quien en años anteriores trabajó como asistente de dirección en producciones realizadas en Hollywood.
“La atmósfera aquí es triste", lamenta la profesional, quien pareciera ser la primera que, en efecto, ha enarbolado la bandera de las personas que deciden dejar suelo estadounidense en rechazo a las políticas y el inquietante estilo de gobierno del multimillonario y nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Pero el caso de la mujer que se mudará al país ibérico pareciera ser apenas la punta del ovillo de un posible éxodo masivo que empezó a cobrar impulso meses atrás. Una idea así apareció en el horizonte una vez que la probabilidad de un triunfo electoral del entonces candidato republicano tomaba mayor fuerza y empezaba a inquietar a más de uno. Por ejemplo, en la lista de quienes analizaban una opción así, se incluían personalidades reconocidas como el escritor Stephen King (autor de ‘Mientras escribo’, ‘Carrie’, ‘Misery’, ‘El resplandor’, y un largo etcétera) y la laureada actriz, cantante, productora y compositora Barbra Streisand.
Asimismo, a inicios del año pasado la isla de Cabo Bretón, en Canadá, abrió de par en par sus puertas a los ciudadanos estadounidenses que desean abandonar su país, asustados por la probable victoria de Trump en las presidenciales de noviembre del 2016.
Es más: el año anterior se multiplicó la cifra de búsquedas en la Internet relacionadas a los requisitos para emigrar a destinos canadienses, conforme lo señalan los datos de Google. Precisamente, según los registros oficiales del Gobierno de Ottawa, unos 5 435 estadounidenses solicitaron el año pasado el estatus de residentes permanentes en Canadá. Pero aún no existe la confirmación de que efectivamente ya iniciaron la mudanza o tienen en mente hacerlo en breve.
En todo caso, el ‘factor Trump’ y la confirmación que el sucesor de Barack Obama levantará un muro en la frontera entre México y EE.UU, también configuran otra posible amenaza. Esta tiene que ver con la probabilidad de que los migrantes que antes iban en busca del ‘sueño americano’ -entre ellos los mexicanos, centroamericanos, cubanos, asiáticos y africanos- pongan sus ojos en la pujante nación norteamericana liderada por el primer ministro Justin Trudeau.
En su programa de inmigración, el Ejecutivo canadiense ha fijado en 300 000 la cifra de inmigrantes de varias nacionalidades que recibirá a lo largo de este 2017. Así lo señala la información entregada por el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, que es dirigido por John McCallum.
En medio de esos datos, resta por verse si Canadá (o algún otro Estado del mundo) se convierte en el lugar de exilio preferido por los militantes de la creciente causa anti Trump. También puede ocurrir que un éxodo de esa naturaleza finalmente no tenga lugar, por una serie de motivaciones.