La Silla Vacía

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La felicidad urbana, una utopía posible, de la mano de la cultura ciudadana

La felicidad urbana es la calidad de vida dentro de las ciudades. El urbanista canadiense Charles Montgomery dice que las expansiones urbanas -en su mayoría vertiginosas, descontroladas y desordenadas-, pueden provocar aumento macroeconómico, pero también espacios urbanos caóticos invivibles. ¿Qué hacer ante este desafío? Las experiencias de Antanas Mockus, exalcalde de Bogotá, en lo que a cultura ciudadana se refiere.

El mundo es urbano. El futuro de la humanidad está en las ciudades. De hecho, según datos del Banco Mundial, el 80% de la población vive en las ciudades. El Ecuador no es la excepción. Según el INEC, dos de cada tres ecuatorianos viven en los centros urbanos, y esta tendencia tiende a crecer.

• Vaticinios

‘El Informe Ciudades Globales 2030’ vaticina que en 2030, las 750 principales ciudades del mundo, sumarán el 61% del PIB Mundial; por ello, muchos expertos defienden una relación causa-efecto entre urbanización y crecimiento’, de acuerdo a la revista Numbers 14, 2016, ‘Repensando los espacios urbanos’.
Pero hay algo más importante que el crecimiento económico o la creación de riqueza: el nivel de bienestar, la calidad de vida de su población o la felicidad urbana.

• ‘Happy city’

El urbanista canadiense Charles Montgomery -según la misma fuente-, dice que las expansiones urbanas -en su mayoría vertiginosas, descontroladas y desordenadas-, pueden provocar aumento macroeconómico, pero también espacios urbanos caóticos invivibles. ¿Qué hacer ante este desafío?

El proyecto ‘Happy City’ ‘sitúa al bienestar ciudadano en el centro del sistema urbano’. Para ello ‘se ocupa de medir la felicidad de los vecinos, con indicadores tan dispares como la desigualdad económica, la movilidad urbana, la huella ecológica, el acceso a parques e instalaciones deportivas, la existencia de mercados locales y huertos comunitarios, entre otros’. Si se cumplen estos parámetros, se podría hablar de felicidad urbana.

Un factor clave para lograr semejante propósito es definir y aplicar en forma coherente, el espacio público, que comprende una dimensión urbanística (pública y privada) y una dimensión política, con espacios para la deliberación.

Canadá y Australia, según una nota reciente de la agencia DPA, lideran el ranking de países con ciudades de mayor calidad de vida del mundo, con el concurso de cinco factores: estabilidad y seguridad interna, atención sanitaria, cultura y medio ambiente, educación e infraestructura.

• La cultura ciudadana

La felicidad urbana podría considerarse una utopía –como algo irrealizable y fatuo-, pero también como una meta posible en el mediano y largo plazo. Dicho en otros términos, la felicidad urbana es factible en la medida que la cultura ciudadana tome consistencia no solamente en la propaganda municipal o en los actos y festejos, sino en la impronta o matriz de la quiteñidad con sus raíces y en un nuevo discurso, que morigere las prácticas sociales a tono con la modernidad y posmodernidad emergentes.

El ex alcalde Bogotá, Antanas Mockus, quien visitó hace un tiempo Quito, decía que ‘hay que delimitar las relaciones entre la ley, la moral y la cultura, que serían los tres componentes esenciales de la cultura ciudadana’.

El programa de cultura ciudadana liderado por el alcalde Mockus y el profesor Paúl Bromberg desde el Instituto de Cultura y Turismo, fue valorado como un caso exitoso de gestión en la medida que incidió en la construcción de un imaginario compartido de ciudad y de administración, que planteó supuestos y convenciones sociales también compartidas que, según esa valoración, habrían hecho de Bogotá una ciudad mucho más fértil en todas sus dimensiones.

¿Quito tiene un programa de cultura ciudadana, que vaya más allá de los espectáculos, fiestas, tarimas y festivales?