Investigar supuestos sobornos
Editor deportivo
Twitter: @titorosalescox
Causa estupor escuchar a personas que se abanderan de ser intermediarios de supuestas compras de conciencia de futbolistas para influir en los resultados de fútbol. Se hizo común en las radios del país dar espacio a facinerosos que presumen sus procedimientos sin desparpajo.
Pero lo más preocupante es que no se hayan abierto expedientes
dentro de las organizaciones -ni en el último año ni en los anteriores-, respaldándose en los reglamentos que facultan a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). Se han pasado por alto denuncias verbales, sin darles la atención que merecen. La obligación de la Federación, y también de la LigaPro, es abrir un expediente administrativo en la Comisión Disciplinaria, indagar y sancionar, independientemente de las otras investigaciones que impulse la justicia ordinaria. A ellos les compete registrar un precedente en beneficio de la sociedad.
Es inadmisible pasar por alto el bochornoso resultado del 25 a 0, que le hizo un equipo filial del Delfín, llamado La Paz (de Manabí), a Carlos Borbor, de Santa Elena, en el Zonal de Ascenso de la Segunda Categoría. Una sanción de un año es irrisoria, ante la magnitud. Lo más sensato es la exclusión de los campeonatos en todas sus categorías.
La FEF y la LigaPro deberían identificar a esas personas que pregonan de tramitadores e impedirles el ingreso a los escenarios del país e impulsar un proceso judicial en su contra.