Editor deportivo
Twitter: @titorosalescox
Barcelona SC es la mejor marca deportiva del país. Nadie duda de esa definición. Pero es inadmisible que un club tenga deudas millonarias y que los directivos actuales eviten precisarlas porque puede ser un búmeran que los afecte en sus aspiraciones políticas y deportivas.
¿Cuál es la cifra exacta del déficit? Tras la asamblea de socios, de hace 15 días, se le pidió al presidente del club (José Cevallos) que informara el monto. Él no lo hizo. Pero su propio vicepresidente (Juan Alfredo Cuentas) dijo que en el 2016, cuando asumieron la administración, llegaba a USD 40 millones.
Es inaudito que un club que tiene ingresos superiores a los USD 18 millones anuales, desde hace algunos años, haya llegado a esa situación. Eso demuestra que sus administraciones han sido catastróficas. Allí ha prevalecido: obtener el resultado sin importar el endeudamiento.
Los socios están en el derecho de exigir que transparenten las cuentas, pero sin pretender usar ese recurso para encontrar espacios que los puedan beneficiar en contiendas políticas. En la misma forma, José Cevallos, más allá que sea un exjugador de Barcelona y que tenga afectos por el club,
no debe usar su condición de directivo como plataforma política.
El resultado de este embrollo es: un Barcelona SC que semana a semana tiene traspiés en el campeonato.