Editor Deportivo
Twitter: @titorosalescox
Los triunfos de Richard Carapaz y de Jonathan Caicedo no fueron dimensionados en el país. Pasaron inadvertidos. Aún no hay la valoración a las campañas que han hecho los dos ciclistas por las autoridades deportivas y también por otros entes.
Pareciera que el ciclismo es solo competitivo. Pero no es así. Su comunidad, aupada por grupos privados y la ciudadanía, es numerosa e impulsa competencias en distintas modalidades que suelen pasar inadvertidas.
La Federación Ecuatoriana de Ciclismo se encontró en su camino con el éxito de Carapaz, Caicedo y de los ciclistas que ganaron medallas de oro y plata en el Panamericano de Bolivia. Esa organización no cuenta con un plan de desarrollo que involucre a competidores menores de edad y profesionales. Ha sido distante de las federaciones deportivas provinciales, que son las que masifican las distintas disciplinas. Tampoco ha impulsado un proyecto de una Vuelta Ciclística al país, como la había años anteriores.
Es necesario que la Federación tenga un plan integral, que involucre a todas las modalidades de ciclismo, que lo haga sin prejuicios y que identifique e involucre a las ciudades y provincias que llevan ventajas en organización. Y que también se respalde en los grupos que promueven esta actividad. No hacerlo evidenciaría que las federaciones sirven para captar votos y respaldar a dirigentes con proyecciones a cargos de mayor jerarquía.