¿El árbitro de fútbol es el culpable?
El arbitraje en el fútbol siempre generará inconformidad en los equipos, especialmente en dirigentes e hinchas, independiente del resultado. El árbitro siempre será un potencial sujeto de críticas, ya sea por equivocarse al sancionar una equis jugada (ojo: que la revisa en centésimas de segundos) o por omitirla.
Es una reacción más subjetiva, que también se construyó a través de la historia porque los dirigentes (en Ecuador y en el mundo) ponían en esas comisiones a personas afines a sus intereses. Ese mecanismo perduró y aún subsiste. Y se convirtió en una muletilla, en la que dirigentes la hablan “tras bastidores”; divulgan información que tal club o tal dirigente se ha beneficiado, o que tienen ciertas injerencias en la Comisión de Arbitraje.
¿Pero qué han hecho por esta actividad? En Ecuador, muy poco; casi nada. Falta dar ese paso gigante de la profesionalización del arbitraje, en donde los clubes no han estado dispuestos a invertir, pero sí han criticado. Basta mirar que aún los árbitros siguen con profesiones paralelas, algo más que válido, porque el fútbol no representa un sostén económico para ellos.
Ojalá que a partir de enero del próximo año, en que la Comisión de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol será dirigida exclusivamente por exárbitros, por disposición de la FIFA, sea, por lo menos, el inicio de esa autonomía que se requiere, en la que no haya intromisiones de dirigentes de clubes. ¿Se lo logrará en el Ecuador?