Violentos asaltos en taxis. Robos a conductores en intensos embotellamientos. Ataques armados a gasolineras y locales. Un jugador de fútbol asesinado. La inseguridad es un enorme reto, para los alcaldes que asumen hoy, y para las autoridades nacionales.
Aquí, algunas cifras. De los seis delitos más comunes en el Ecuador, en cuatro hay un incremento en sus niveles. El Ministerio del Interior compara el primer trimestre del 2018 y del 2019 y estos son los resultados: el robo a motos aumentó en un 35,18%, el robo a personas en 11,38%, el de locales comerciales en 12,48% y el de carros en 8,57%.
En cambio, el robo a domicilios bajó en 17,96% y el de accesorios de autos en 8,15%.
El robo a personas se elevó en 17 de las 24 provincias y sus capitales. Los atracos a locales comerciales aumentaron en 16.
La Policía reconoce que Quito fue víctima de una ola de asaltos y de ataques armados. Identificaron 16 sitios de alto tráfico en donde los conductores son más vulnerables. ¿Qué hicieron? La autoridad asegura que entre las 17:00 y las 20:00 hay más policías en esas zonas. No es verdad. Son sitios desolados e inseguros.
Las cámaras de seguridad del ECU-911, que deberían ayudar a frenar los delitos, tampoco están del todo bien. Hay problemas con la calidad de las imágenes y no siempre logran identificar los rostros de personas sospechosas o las placas de vehículos que necesitan ser rastreados. Solo hacen tomas generales. Hay equipos que este año cumplen su vida útil y es urgente renovarlos.
La Policía también debe ajustar su trabajo. El 23 de abril, el alcalde Jorge Yunda habló ante el alto mando policial y expuso dos cosas que cualquier mortal puede haber vivido: ser asaltado violentamente en más de una ocasión y no haber recibir una respuesta de los agentes.
El ECU-911 recibe 2 000 llamadas de auxilio cada día. En el primer trimestre del 2019 atendió 180 415 incidentes. El 67,6% tuvo que ver con inseguridad. Es imperante responder a los ciudadanos y resolver sus inquietudes.