Informe Judicial

Es una columna que incluirá información sobre temas relacionados con seguridad y justicia. Otros artículos del autor: http://bit.ly/gTipanluisa Twitter: @ECtipanluisag

Geovanny Tipanluisa

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador. Tiene 20 años de experiencia en periodismo. Colabora con el Grupo EL COMERCIO desde el 2003 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente es Editor de Seguridad.

1 054 ecuatorianos asesinados en 11 meses

Las cifras espeluznan. Sin duda. La última medición estadística que está disponible en el Ministerio de Gobierno muestra cómo entre enero y noviembre del año pasado, 1 054 ecuatorianos fueron asesinados violentamente.

La comparación con el mismo periodo del 2018 devela un incremento del 15,82%.

¿Qué ocurrió? ¿Por qué ese resultado?
El país urge respuestas. Hoy, la Policía tiene nuevo Comandante General y el desafío para frenar a esas poderosas mafias es grande.

Los militares también tienen responsabilidad. ¿Cómo entender que, pese a sus patrullajes para impedir la movilización ilegal de armas, las pistolas y revólveres sean usados en el 55,88% de las muertes violentas? Las armas blancas (cuchillos, desarmadores o similares) se emplearon en el 30,36%.
En 11 provincias hay un repunte considerable de hechos: Cañar, Cotopaxi, El Oro, Guayas, Imbabura, Los Ríos, Manabí, Morona, Pastaza, Pichincha y Tungurahua.

Solo Cotopaxi reporta un aumento del 150%. Hay temor en los vecinos. En junio pasado, tras el asesinato de una humilde joven, 17 barrios marcharon. 8 000 personas pidieron frenar la inseguridad. Hablan de asaltos a casas, a carros, a personas.

En Quito también hay temor. El 14 de noviembre, un joven fue atacado mortalmente con dos puñaladas. 12 días después, dos hombres que iban en una moto mataron a otro chico. Le dispararon en el estómago por robarle el celular. Un niño quedó en la orfandad.

Los jefes policiales ofrecieron patrullajes frecuentes en 16 puntos de alto tráfico capitalino, en los que las bandas actúan con pistolas o cuchillos. Pero en sectores como el ingreso a los túneles, en el centro de la ciudad, la presencia de agentes en horas pico es nula y el conductor se vuelve extremadamente vulnerable.

Es imperante que el Estado atienda esas necesidades. No permitan que, por una necesidad de protección, los vecinos reaccionen equivocadamente contra los delincuentes. En agosto último, este Diario ya reveló que ocho barrios se organizaron contra robos y asaltos.