Informe Judicial

Es una columna que incluirá información sobre temas relacionados con seguridad y justicia. Otros artículos del autor: http://bit.ly/gTipanluisa Twitter: @ECtipanluisag

Geovanny Tipanluisa

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador. Tiene 20 años de experiencia en periodismo. Colabora con el Grupo EL COMERCIO desde el 2003 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente es Editor de Seguridad.

Delincuentes que desafían a la autoridad

Es de suprema preocupación ver cómo en estos días delincuentes han desafiado a policías y a fiscales, luego de que uno de sus colaboradores muriera en un cruce de balas con agentes que operan en Guayaquil. Oficiales de alto nivel han desestimado esta amenaza. No lo hagan.

Está bien proteger a quienes son intimidados, pero las mafias son poderosas. Fueron capaces de bloquear una calle, colocar el ataúd en la vía y rodearlo con más de 20 motocicletas movilizándose violentamente.

Esos grupos también protegieron a otra persona que hace dos meses había atacado a dos uniformados en el Puerto Principal.

Cuando todo se destapó tuvieron la osadía de publicar un video de 55 segundos con una advertencia de muerte en contra de dos funcionarios estatales. ¡Increíble!

La autoridad ofreció identificar a los responsables. En octubre del 2019 realizaron la misma promesa. Dijeron que capturarían a quienes despidieron con disparos, droga y licor a un ex policía asesinado. Su ataúd estuvo lleno de pistolas, revólveres y subametralladoras. Hombres armados ilegalmente lo escoltaron en el cortejo fúnebre.

¿Detuvieron a alguien? ¿Hay responsables por semejante acto? Parece que no. Ecuador es un país de derecho y no deberían ocurrir escenas como estas, que intimidan al país.

El Código Penal (art. 360) castiga con ­cárcel de seis meses a un año a quienes tengan en su poder armas de fuego sin autorización. La norma es clara. Aplíquenla.

La Policía tiene la misión constitucional (art. 158) de proteger a todos los ciudadanos. Desplieguen los servicios de Inteligencia necesarios. No permitan que las redes delictivas crezcan y ataquen con todo su poderío, como ya ocurrió hace dos años con el cuartel de la Policía Nacional en San Lorenzo, Esmeraldas.

Si se retrocede un poco en el tiempo, se puede ver que en septiembre del 2016, los delincuentes también asesinaron al teniente Wilmer Goyes, que investigaba la muerte del ex agente Sergio Gaibor. Que estos hechos no se repitan. Ecuador necesita recobrar la paz.